En Estocolmo hay muchos parques grandes donde uno puede caminar con tranquilidad a la sombra de las coníferas. Uno de estos parques es el famoso Skogskyrkogården, "Cementerio del bosque" en español, que se encuentra al sur de la ciudad. Este camposanto fue creado a principios del siglo pasado y desde 1994 es considerado Patrimonio de la Humanidad.
El Skogskyrkogården tiene espacio para 100 000 tumbas y lo cruzan varias calles y senderos. El muro de piedra que lo rodea fue construido por desempleados, según reza en una de las puertas. Hay cinco capillas, crematorio con altas chimeneas y un bosquecito donde se esparcen las cenizas de las personas que no desean una tumba propia. Además hay una loma donde los visitantes se pueden sentar a contemplar el cementerio y tal vez meditar sobre la vida y la muerte.
La tumba más famosa de este parque-cementerio es la de Greta Garbo, que fue estrella del cine mudo en Hollywood. La célebre actriz está enterrada en un lugar preferencial, en un montículo sin tumbas alrededor que puedan desviar la atención. Probablemente hay otros personajes interesantes bajo los altos abetos. Pero hay que recordar que muchos de los famosos de Estocolmo yacen en cementerios más pequeños, o exclusivos, que se encuentran aledaños a las iglesias.
La inmigración ha sido constante en Suecia desde el siglo pasado y es lógico que esto también deje su huella en la actividad funeraria. En Estocolmo hay, por ejemplo, varios cementerios judíos. En Skogskyrkogården las tumbas judías tienen también una sección, no muy alejada del espacio destinado a los difuntos musulmanes. Sin duda, al final, la tierra nos une a todos. Aquí hay protestantes y católicos, creyentes y ateos, suecos e inmigrantes, izquierdistas y derechistas, etc., etc., etc.
Hace cinco años estuve presente en el sepelio de un amigo en el "Cementerio del bosque" y hoy pude constatar que su tumba está arreglada y adornada con flores frescas. Se encuentra en la sección de los católicos. No sé si él era católico, o si los familiares lo colocaron ahí más bien por cuestiones culturales. Mi amigo fue guerrillero en El Salvador y ahora descansa lejos de la tierra que lo vio nacer.
Los cementerios suecos son sobrios. Todas las sepulturas ocupan más o menos el mismo espacio y no hay mausoleos ostentosos como en otros países. Basta con una sencilla lápida.
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