¿Cómo son los suecos? Creo que al tratar de responder esta pregunta se corre el riesgo de recurrir a estereotipos. Las generalizaciones resultan cómodas, pues no requieren mayor explicación. Hay ideas fijas sobre Suecia y los suecos, que muchas personas en otros países aceptan como ciertas, sin cuestionar. En ocasiones, estas ideas pueden resultar dañinas, porque crean prejuicios, aunque por lo general solamente causan risa. Aquí hay algunos ejemplos de estereotipos de los suecos y reflexiones al respecto, redactados por estudiantes suecos:
“En Suecia todas las personas son altas, rubias y de
ojos azules. Las mujeres van desnudas todo el rato. Y no solo eso, en Suecia
las calles están cubiertas de nieve todo el año y entre los edificios caminan
osos polares”.
“Para describir a los
suecos normalmente se dice que somos simpáticos, tímidos y que los conflictos
nos dan miedo. Pero no solamente son los conflictos los que nos ponen incómodos,
sino los sentimientos en general”.
“Los suecos son
introvertidos. Pienso que, en comparación con otros países y sus culturas,
puede ser correcto. Pongo un ejemplo: En el autobús, en Suecia se percibe como
extraño si tú te pones en un asiento junto a otra persona cuando hay otros
lugares disponibles. En países como Irán y España, los habitantes estarán felices
y tal vez incluso hasta saludan y hacen preguntas superficiales. Sin embargo,
creo que ambos enfoques se basan en buenas intenciones. En Suecia, la gente se preocupa
por la privacidad”.
“Yo creo que los suecos
tienen más profundidad. Prefieren tener una amistad o relación profunda y no
dejan entrar a cualquiera a su círculo íntimo. No quieren tener muchas
relaciones superficiales, que no aportan nada a sus vidas. Los suecos son
independientes y su tiempo libre es muy importante para ellos. Les gusta
planificar las citas con los amigos y por eso creo que parecen más serios y fríos”.
“El sueco es taciturno,
reservado y reticente. Solamente habla de cosas neutrales y materiales, como
coches y casas, nunca de política o de circunstancias personales o de la
familia, tampoco de cosas de carácter filosófico. El sueco tiene miedo de los
conflictos. Pero el fin de semana pilla una buena curda. Con una copa de más
sale todo: resentimientos, penas de amor, rollos políticos, envidias y todo el
resto. A veces hasta la pelea”.
“Pienso que un
estereotipo de Suecia puede ser que tenemos todo organizado en el país. También
que todos deben tener su propia responsabilidad. Para lograr el éxito, tienes
que trabajar solo, nadie te ayuda”.
“Un estereotipo sobre los suecos es lo de las horas
fijadas y la puntualidad. Se dice que los suecos son muy estructurados. Eso
suena bien. Pero también se dice que somos aburridos y fríos. Cuando se dice
esto se generaliza mucho. Claro, hay suecos que son todo eso y quizás hay algo
cultural que nos influencia, pero en Suecia también hay personas divertidas que
siempre llegan tarde”.
“Si hablamos de
personalidades, en unos contextos, los suecos somos considerados tímidos,
difíciles de conocer y cerrados. En otros contextos, somos inventivos,
emprendedores y exitosos. Y en otros contextos más, somos pecadores, egocéntricos
y ateístas. Para algunas personas somos generosos y para otras somos tacaños. Para
algunas, antirracistas, y para otras xenófobos”.
“He vivido en España
durante un año y los españoles siempre podían adivinar que soy de Suecia, debido
a mi apariencia, aunque no había dicho nada de mi origen (…). Creo que hay una
imagen típica de una persona nórdica, y especialmente de los suecos, fuera del país.
Esta imagen se refiere a una persona alta, de pelo rubio, ojos azules y piel
pálida”.
“La gente suele adivinar que soy sueca sólo al
verme, y cuando les intento explicar que no todos los suecos se parecen a mí,
casi no me quieren creer. Una vez obtuve un trabajo en Barcelona sólo por
llegar puntual a la entrevista. La mujer que me contrató me dijo que la gente
del norte siempre es puntual (…). Sin embargo, estoy harta de la imagen
negativa de las suecas que algunos tienen, es decir, que somos ingenuas,
siempre estamos borrachas y somos chicas fáciles. Prefiero que me hablen de una
imagen positiva e interesante de Suecia, por ejemplo, de nuestro sistema de
bienestar”.
“Creo que hay que dejar
de lado los estereotipos cuando crecen nuevas generaciones. Suecia, en el año 2016, no es un país todo blanco, con
chicas guapas y altas llamadas Olga. Tampoco es solamente aburrido, tranquilo y frío”.
Fuente: Trabajos de estudiantes de español de la Universidad de Gotemburgo (GK, 2016).
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