domingo, 13 de marzo de 2016

Estereotipos de los suecos

¿Cómo son los suecos? Creo que al tratar de responder esta pregunta se corre el riesgo de recurrir a estereotipos. Las generalizaciones resultan cómodas, pues no requieren mayor explicación. Hay ideas fijas sobre Suecia y los suecos, que muchas personas en otros países aceptan como ciertas, sin cuestionar. En ocasiones, estas ideas pueden resultar dañinas, porque crean prejuicios, aunque por lo general solamente causan risa. Aquí hay algunos ejemplos de estereotipos de los suecos y reflexiones al respecto, redactados por estudiantes suecos:

“En Suecia todas las personas son altas, rubias y de ojos azules. Las mujeres van desnudas todo el rato. Y no solo eso, en Suecia las calles están cubiertas de nieve todo el año y entre los edificios caminan osos polares”.

“Para describir a los suecos normalmente se dice que somos simpáticos, tímidos y que los conflictos nos dan miedo. Pero no solamente son los conflictos los que nos ponen incómodos, sino los sentimientos en general”.

“Los suecos son introvertidos. Pienso que, en comparación con otros países y sus culturas, puede ser correcto. Pongo un ejemplo: En el autobús, en Suecia se percibe como extraño si tú te pones en un asiento junto a otra persona cuando hay otros lugares disponibles. En países como Irán y España, los habitantes estarán felices y tal vez incluso hasta saludan y hacen preguntas superficiales. Sin embargo, creo que ambos enfoques se basan en buenas intenciones. En Suecia, la gente se preocupa por la privacidad”.

“Yo creo que los suecos tienen más profundidad. Prefieren tener una amistad o relación profunda y no dejan entrar a cualquiera a su círculo íntimo. No quieren tener muchas relaciones superficiales, que no aportan nada a sus vidas. Los suecos son independientes y su tiempo libre es muy importante para ellos. Les gusta planificar las citas con los amigos y por eso creo que parecen más serios y fríos”.

“El sueco es taciturno, reservado y reticente. Solamente habla de cosas neutrales y materiales, como coches y casas, nunca de política o de circunstancias personales o de la familia, tampoco de cosas de carácter filosófico. El sueco tiene miedo de los conflictos. Pero el fin de semana pilla una buena curda. Con una copa de más sale todo: resentimientos, penas de amor, rollos políticos, envidias y todo el resto. A veces hasta la pelea”.

“Pienso que un estereotipo de Suecia puede ser que tenemos todo organizado en el país. También que todos deben tener su propia responsabilidad. Para lograr el éxito, tienes que trabajar solo, nadie te ayuda”.

“Un estereotipo sobre los suecos es lo de las horas fijadas y la puntualidad. Se dice que los suecos son muy estructurados. Eso suena bien. Pero también se dice que somos aburridos y fríos. Cuando se dice esto se generaliza mucho. Claro, hay suecos que son todo eso y quizás hay algo cultural que nos influencia, pero en Suecia también hay personas divertidas que siempre llegan tarde”.

“Si hablamos de personalidades, en unos contextos, los suecos somos considerados tímidos, difíciles de conocer y cerrados. En otros contextos, somos inventivos, emprendedores y exitosos. Y en otros contextos más, somos pecadores, egocéntricos y ateístas. Para algunas personas somos generosos y para otras somos tacaños. Para algunas, antirracistas, y para otras xenófobos”.

“He vivido en España durante un año y los españoles siempre podían adivinar que soy de Suecia, debido a mi apariencia, aunque no había dicho nada de mi origen (…). Creo que hay una imagen típica de una persona nórdica, y especialmente de los suecos, fuera del país. Esta imagen se refiere a una persona alta, de pelo rubio, ojos azules y piel pálida”.

“La gente suele adivinar que soy sueca sólo al verme, y cuando les intento explicar que no todos los suecos se parecen a mí, casi no me quieren creer. Una vez obtuve un trabajo en Barcelona sólo por llegar puntual a la entrevista. La mujer que me contrató me dijo que la gente del norte siempre es puntual (…). Sin embargo, estoy harta de la imagen negativa de las suecas que algunos tienen, es decir, que somos ingenuas, siempre estamos borrachas y somos chicas fáciles. Prefiero que me hablen de una imagen positiva e interesante de Suecia, por ejemplo, de nuestro sistema de bienestar”.

“Creo que hay que dejar de lado los estereotipos cuando crecen nuevas generaciones. Suecia, en el año 2016, no es un país todo blanco, con chicas guapas y altas llamadas Olga. Tampoco es solamente aburrido, tranquilo y frío”.

Fuente: Trabajos de estudiantes de español de la Universidad de Gotemburgo (GK, 2016).

 

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