La ministra del exterior de Suecia, Margot Wallström, fue sincera en un debate parlamentario y opinó públicamente que Arabia Saudita es una dictadura y no un gobierno feminista (pues entre otras cosas es dominado por una monarquía absoluta, hay persecución política y las mujeres tienen prohibido conducir vehículos). ¿Tendrá Wallström razón? ¿O todo depende del punto de vista? El caso es que Arabia Saudita respondió la crítica retirando a su embajador de Suecia, y como consecuencia, Suecia canceló la venta de armas a los saudíes. Ahora algunos quieren acusar a la ministra (y a Suecia) de ser islamofóbica, con lo cual quieren poner el incidente en otro terreno: la religión.
Fuente: DN.
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